Oración al Justo Juez: la verdadera oración que protege de los enemigos y los males

oracion al justo juez

He visto muchas oraciones al Justo Juez por internet y no tiene nada que ver una con la otra. Quiero que me hagas caso y descubras por ti, la verdadera oración.

Porque es una oración que tienes que tener a mano, para poder librarte de los enemigos, de cualquier persecución de la justicia y de toda clase de peligros que exista por mar o por tierra.

Esta oración no me canse de repetir un día que fui de viaje a mallorca con mi familia, te prometo que pense que moria en el mar. El avión no paraba de moverse, se fue la luz de la cabina, saltaron las máscaras de aire.

Todos gritando y yo no paraba de hacer esta oración. Empecé a notar como un aire cálido fue calmando a todos y la situación mejoró mucho. Desde ese momento le tengo mucha fe a esta oración.

Por eso quiero compartirla contigo, porque en cualquier momento te puede hacer falta y es mejor tenerla siempre cerca.

Una oración que se encontraron en unas planchas de oro en el Monte Calvario y que fueron enterrada justo en el sitio donde se fijó la Cruz del Gran Señor Jesucristo. Planchas que fueron descubiertas por el príncipe Godofredo de Boullón y que le permitieron hacerse invisible, ante los encuentros tan peligrosos que tuvo con los turcos y hasta con el mismo ejército cristiano.

Oración al Justo Juez

Divino y Justo Juez de vivos y muertos, eterno sol de justicia, encarnado en el casto vientre de la Virgen María por la salud del linaje humano.

Justo Juez, creador del cielo y de la tierra y muerto en la cruz por mi amor. Tú, que fuiste envuelto en un sudario y puesto en un sepulcro del que al tercer día resucitaste vencedor de la muerte y del infierno.

Justo y Divino Juez, oye mis súplicas, atiende a mis ruegos, escucha mis peticiones y dales favorable despacho.

Tu voz imperiosa serenaba las tempestades, sanaba a los enfermos y resucitaba a los muertos como Lázaro y al hijo de la viuda de Naim.

El imperio de tu voz ponía en fuga a los demonios, haciéndoles salir de los cuerpos de los poseídos, y dio vista a los ciegos, habla a los mudos, oído a los sordos y perdón a los pecadores, como a la Magdalena y al paralítico de la piscina.

Tú te hiciste invisible a tus enemigos, a tu voz retrocedieron cayendo por tierra en el huerto los que fueron a aprisionarte y cuando expirabas en la Cruz, a tu poderoso acento se estremecieron los orbes.

Tú abriste las cárceles a Pedro y le sacaste de ellas sin ser visto por la guardia de Herodes. Tú salvaste a Dimas y perdonaste a la adúltera.

Te suplico, Justo Juez, me libres de todos mis enemigos, visibles e invisibles: la Sábana Santa en que fuiste envuelto me cubra, tu sagrada sombra me esconda, el velo que cubrió tus ojos ciegue a los que me persiguen y a los que me deseen mal, pies tengan y no me alcancen, ojos tengan y no me vean, manos tengan y no me tienten, oídos tengan y no me oigan, lengua tengan y no me acusen y sus labios enmudezcan en los tribunales cuando intenten perjudicarme.

¡Oh, Jesucristo Justo y Divino Juez!, favoréceme en toda clase de angustias y aflicciones, lances y compromisos y haz que al invocarte y aclamar al imperio de tu poderosa y santa voz llamándote en mi auxilio, las prisiones se abran, las cadenas y los lazos se rompan, los grillos y las rejas se quiebren, los cuchillos se doblen y toda arma que sea en mi contra se embote e inutilice.

Ni los caballos me alcancen, ni los espías me miren, ni me encuentren. Tu sangre me bañe, tu manto me cubra, tu mano me bendiga, tu poder me oculte, tu cruz me defienda y sea mi escudo en la vida y a la hora de mi muerte.

¡Oh, Justo Juez, Hijo del Eterno Padre, que con Él y con el Espíritu Santo eres un solo Dios verdadero! ¡Oh Verbo Divino hecho hombre! Yo te suplico me cubras con el manto de la Santísima Trinidad para que libre de todos los peligros y glorifiquen tu Santo Nombre.

Amén.

Si quieres conocer otros artículos parecidos a Oración al Justo Juez: la verdadera oración que protege de los enemigos y los males puedes visitar la categoría Espiritualidad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir